Que la decoración es un campo acotado al universo femenino es un tópico que siempre me ha parecido trasnochado y que he intentado romper. Pero la realidad confirma que, desgraciadamente, todavía es así, y los datos lo corroboran: ¿cuántos de quienes me leéis pertenecéis al género másculino?, ¿cuántos blogueros chicos hay? (quien conozca a alguno más, please, que me lo diga, para no sentirme un perro verde, jejeje).
Si vamos más allá, aún, ¿qué sucede con el género que utilizan en las revistas de decoración e interiorismo? Siempre el femenino, con honrosas excepciones, como la revista AD, por ejemplo. Aunque solo fuera por el amplio número de gays que siguen estas publicaciones, creo que deberían cuidar más este aspecto. O por el colectivo de decoradores e interioristas masculinos, que me atrevería a decir que es casi más numeroso que el de féminas.
En fin, que todo el discursito anterior ha venido motivado por la campaña que la firma Naked Decor ha desplegado para anunciar sus cojines, espectaculares y originales, por otra parte. Cualquier experto en marketing diría que es una buena campaña, alejada de los patrones a los que estamos acostumbrados: mujeres enseñando sus casas, recostadas en sus sillones, tomando el te en sus porches, etc. Pero, ¿no sigue estando dirigida especialmente a las mujeres? Bueno, y en este caso también al colectivo gay, ¿no? Mientras lo pensáis, os dejo con algunas imágenes más:
¿Qué os han parecido los cojines? ¿Que no os habéis fijado en ellos? Pues, creo que eso no es lo que pretendían, ¿o sí? ¡Manda cojines!
Este post está dedicado, con muchísimo cariño, a todas mis seguidoras, y a algún que otro seguidor perdido.
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