jueves, 31 de marzo de 2011

Mercadeo de historias


Luces, cámara, acción… Así como la producción de cine crece en el país, también debe incrementarse su promoción para potenciar el negocio
El aumento de producciones locales no ha sido la única causa del acercamiento del público al cine. Como en cualquier otro negocio, el trabajo de promoción tiene un papel significativo, pese a las eternas limitantes económicas.
Históricamente, la dificultad para obtener recursos a destinar a proyectos cinematográficos ha recortado hasta su mercadeo; la tendencia ha sido dejar estas actividades para último momento, o que las ejecute el mismo equipo de producción. Sin embargo, hoy en día se han dado cambios. Por un lado, el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) cubre los costos de publicidad de las cintas, como vallas, material POP, avisos de prensa y posters. Por otro, los realizadores (especialmente las nuevas generaciones), tienen mayor conciencia de que, con una buena estrategia de comunicación y marketing de las películas, se pueden lograr espacios importantes en medios no pagados y llegar más asertivamente a los espectadores, por lo que sus esfuerzos van en esa línea.
Cuestión de estrategia
“Por primera vez a la gran pantalla, la verdad sobre una relación silenciada y condenada por la historia oficial. Con la magistral actuación de Beatriz Valdés y Mariano Álvarez. De la pluma del laureado escritor Leonardo Padrón, nos llega el apasionado relato sobre los amores de Simón Bolívar y Manuela Sáenz. Con la música original del maestro Eduardo Marturet, finalmente la verdadera historia. Manuela Sáenz, la Libertadora del Libertador”. Así reza el texto promocional de esa película de factura nacional, estrenada hace algunos años.
Según las piezas publicitarias, el filme tenía atributos suficientes para que el público corriera a las salas a verlo, sin embargo, había cierto obstáculo a vencer: el nombre de su realizador. “Diego Rísquez era considerado veneno para la taquilla por parte de los distribuidores, porque las anteriores películas de este director no tuvieron buena receptividad de público”, explica Ninoska Dávila, especialista en distribución y marketing cinematográfico de Cinemapress, empresa que desarrolló la campaña de promoción de la cinta.
El plan de comunicaciones y mercadeo que emprendió Cinemapress buscaba resaltar todos los elementos que pudieran ser atractivos para el público y omitir aquellos que pudieran ser débiles. Finalmente, el nombre de Rísquez se dejó colar en varias piezas y elementos promocionales porque, independientemente de sus detractores, también tenía muchos seguidores y eso había que aprovecharlo. Adicionalmente, se hizo un esfuerzo por lograr que la película fuera recomendada por los principales líderes de opinión del momento. Y la estrategia dio resultado: Manuela Sáenz estuvo once semanas en cartelera, en el año 2000.
Cinemapress tiene once años prestando servicios especializados de comunicaciones y promoción en el área cinematográfica, y esa experiencia les ha permitido desarrollar una metodología propia adaptada a las necesidades locales y, a su vez, a cada película.
El chico que miente, La virgen negra, Postales de Leningrado, Miranda, Amaneció de golpe, Garimpeiro, Punto y Raya, Huelepega, y Tocar y luchar son algunos de más de 20 proyectos en los que han trabajado.
Al definir una estrategia de comunicación, el primer factor a considerar es la propia película y a quien se va a dirigir, evaluando posibles inversionistas, distribuidores, patrocinantes y hasta espectadores.
“No existe una fórmula exacta para el éxito de una película, pero sí existe la posibilidad de minimizar los riesgos a través de un análisis claro del producto cinematográfico, logrando que este sea coherente en sus posibilidades reales y con los canales a utilizar, y no simplemente con un sueño de sus realizadores”, explica Dávila.
Nathasha Lorenzo comparte la visión de Dávila sobre la importancia de analizar previamente las variables de la película con que se va a trabajar, lo que incluye su género, target, plazas donde será exhibida, censura asignada, trayectoria de los actores, características del público, clubes de fans, temporada del año en la que se estrenará y más. “La fórmula se ajusta, según los datos que arrojen los puntos anteriores. Si se trata de una película histórica, por ejemplo, hay públicos particulares a los que hay que atender”, ejemplifica la ejecutiva.
Lorenzo dirige Dos y Media Comunicaciones, agencia que desde 2007 tiene entre sus fuertes, el trabajo de promoción de películas venezolanas. Puras joyitas, Día naranja, El enemigo y Taita Boves son algunos de los títulos que ha promocionado, además de los cortometrajes Jesús TV y Ritual.
Las experiencias del género son positivas, pero también es una realidad que no hay muchos especialistas en el área y que es común que sean los propios realizadores quienes deben crear las piezas promocionales (trailer, making of, clips para web). Para Dávila, esa es una debilidad a compensar. “Hay que profesionalizar todo lo relacionado al marketing cinematográfico”, afirma.
Tácticas 2.0.
Las comunicaciones que se establecen con los medios y otros involucrados en el negocio no son suficientes. Es necesario concentrar otros esfuerzos para llegar directamente al principal receptor del mensaje: el público.
Ya sea apoyándose en la tecnología o actividades BTL, no sólo debe haber variedad de opciones para alcanzar ese objetivo, sino que estas varíen en sus alcances y costos, y que pueda lograrse una interacción más creativa.
Bajo esa premisa, Dos y Media refuerza su trabajo de relaciones públicas y publicidad tradicional con actividades conexas, como firmas de autógrafos, proyecciones en espacios públicos, cine-foros y rifas. Pero cuando se trata de interacción, las redes sociales son, quizás, la herramienta más efectiva: son canales directos para el “boca a boca” y la retroalimentación directa con el público; por esa razón, requieren atención constante de los administradores y también suelen ser apoyados por los exhibidores para incentivar la taquilla.
Desarrollar un plan de comunicaciones y mercadeo efectivo para una película no es trabajo de una agencia, departamento o sector empresarial aislado, ya son muchos los involucrados y de su engranaje depende el objetivo final: llenar las salas de cine, especialmente durante el primer fin de semana de exhibición. “A partir de allí el “boca a boca” empieza a funcionar a favor o en contra de la película. Y ahora, con las redes sociales, esos comentarios se propagan ya desde los minutos iniciales de la primera proyección al público”, afirma Ninoska Dávila.
En Cinemapress se trabaja con la convicción de que el mercadeo sí tiene que ver con la éxito de taquilla, “siempre y cuando la película tenga la capacidad de cautivar al público”, señala Dávila. Y agrega que “una buena estrategia es fundamental, pero no lo garantiza el éxito. Al final, son las historias y la calidad de la producción lo que puede enganchar o ahuyentar al espectador”.
Mílitza Zúpan

No hay comentarios: